ECOBARRIO

habitar espacios más sanos es redescubrir el equilibrio perdido, donde la calidad del aire, la luz natural y los materiales saludables se convierten en pilares fundamentales para una vida plena y en armonía con nuestro entorno

LA PROPUESTA DESARROLLADA POR LA FUNDACIÓN PRO ECO SAN MIGUEL FUE LIDERADA POR DOS MUJERES Y SE BASÓ EN TRES OBJETIVOS PRINCIPALES

  • Generar un Ecobarrio modelo, diseñado para facilitar sustentabilidad, construido con arquitectura natural bioclimática con participación vecinal.
  • Promover cambios en las normativas relacionadas con la construcción para que se incluya en la legislación y/o se aprueben los proyectos de construcción natural en las gestiones municipales.
  • Generar la formación de equipos de trabajo, predominantemente personas sin trabajo, subempleados y grupos campesinos que no califican para las demandas tradicionales del mercado, con la transferencia de capacidades adquiridas en el proceso de construcción del modelo Ecobarrio.

Se ha logrado la implementación del Ecobarrio Villa Sol, hoy totalmente ocupado, tal como se previó en los objetivos. En este proceso se investigó sobre un conjunto de ecotécnicas aplicadas a la construcción natural y bioclimática, se aplicaron y evaluaron resultados positivamente, se contó con la participación vecinal, de numerosos socios académicos, políticos, de instituciones y organizaciones afines.

 

Se lograron resultados transferibles y válidos para compartir y mejorar con las experiencias de otros grupos afines, integrando y fortaleciendo redes.

 

También se obtuvieron importantes aperturas y espacios en gobiernos y organismos políticos, académicos, municipales, provinciales y nacionales para la aceptación de la construcción natural y bioclimática.

 

Se generó conocimiento en relación al significado y posible concreción de hábitats sustentables y su repercusión en todos los ámbitos del quehacer humano y se logró llevar esta propuesta a instancias nacionales e internacionales. 

 

Se crearon múltiples equipos de trabajo y emprendimientos mediante las capacidades transferidas por la experiencia. Se destaca la mayor facilidad que tenían las personas sin preparación laboral previa para el aprendizaje. Como resultado inesperado de la experiencia se identificó que esas mismas personas tomaban la decisión de construir con esfuerzo propio y ayuda mutua sus propias viviendas con las técnicas aprendidas.

EL ECOBARRIO SE ORIGINÓ EN EL PROGRAMA PRO ECO SAN MIGUEL

El programa Pro Eco San Miguel es el antecedente inmediato de la Fundación del mismo nombre. La Fundación mantiene su vigencia profundizando y ampliando su accionar a partir de la experiencia acumulada, los cambios externos y el reconocimiento social obtenido.
Dicho programa se originó a partir de la propuesta de Marta Sosa e Isabel Donato, socias fundadoras de la Asociación de Mujeres Juana Manso, miembros de la comisión directiva de esa institución y coordinadoras del Área Salud y Ecología.

La necesidad de abrir un nuevo espacio institucional, que finalmente adquirió personería propia, se fundamentó en la misma impronta original de Asociación de Mujeres Juana Manso que fue creada, en el marco del año internacional de la Mujer (1975) a fin de movilizar a las mujeres e influir sobre las políticas sociales para lograr formas de vida más justas y solidarias, con paz e igualdad de oportunidades, con esta meta se trabajó en la ciudad de Córdoba y su periferia hacia la comunidad dispersa y con grupos sociales vulnerables, mujeres sin recurso y mujeres víctimas de violencia familiar.

Los sucesivos informes y análisis institucionales valorando la situación de la Mujer en la Argentina y en consecuencia de la sociedad toda, fueron marcando un gran avance en la legislación, y, por ende, en las posibilidades como ciudadanas y en una realidad cada vez más limitada por condicionantes económicos y sociales en los campos del abordaje institucional. Estos informes concluyeron en que, se han mantenido y agravado los índices de desocupación trepando a picos peligrosos de más del 18%. La pobreza estructural ha permanecido enraizada en nuestra sociedad y se suman de manera agravante al Grupo de N.B.I. (necesidades básicas insatisfechas) los “nuevos pobres” nuevos excluidos del bienestar general; han crecido el individualismo, la violencia ciudadana, el desaliento y el descreimiento en una sociedad cada vez más fragmentada y falta de medios adecuados para el accionar eficaz del ciudadano.

Ante esta realidad, la meta fundacional de la Asociación resultaba cada vez más lejana y crecía la impotencia frente al reclamo perentorio de las mujeres de trabajo para ellas, sus hijos y sus esposos.
En los sectores más empobrecidos con los cuales trabajaba la Institución, se reclamaba más que calidad de vida, condiciones de supervivencia.

Con el advenimiento de la democracia surgieron interrogantes que muchos grupos sociales se realizan actualmente

¿Dónde poner los esfuerzos para no convertirse en meros paliativos de las consecuencias de políticas desacertadas?

¿Cómo generar, promover e implementar propuestas que marquen rumbos en el desconcierto actual?

¿Qué salida ven o sueñan los sectores abordados desde su imaginario cultural

¿Qué compromisos están dispuesto a asumir?

Desde el área Salud de la Institución comenzó a perfilarse algún tipo de respuesta. Sus talleres concluían en que, sin condiciones ambientales adecuadas no se podía alcanzar la salud integral. A partir de allí se amplió la temática del área con la ECOLOGÍA, significando este paso una apertura hacia nuevos horizontes.

El desarrollo tal como lo conocíamos tenía un límite, en este límite comenzaba la exclusión social y el peligro para el Planeta. Formas de vida más justas y solidarias requerían un Eco-Desarrollo sustentable y solidario. La indagación teórica fue acompañada del registro de lo que las mujeres de sectores marginales vivían, sentían y reclamaban y cómo percibían ellas los posibles cambios, concluyendo en que:

Estas mujeres, en su mayoría, migraron ellas mismas o en hasta 2 generaciones anteriores, desde el interior empobrecido hacia la ciudad, en busca de oportunidades y quedaron ancladas en dificultades cada vez mayores. Sin posibilidad alguna de auto abastecimiento, sometidas a la tiranía del dinero, hasta el punto de no poder cubrir necesidades tan básicas como la alimentación de sus familias y temerosas por el destino de sus hijos tentados por las bandas de la mendicidad, la prostitución y la delincuencia. Tenían el concepto general de que en los pueblos chicos se vivía mejor y les embarga la añoranza de sus lugares de origen a donde gustosas volverían si tuvieran allí medios de vida y educación para sus hijos.


Luego de este análisis se profundizó en la temática del Eco-Desarrollo Sustentable y Solidario. Se constató su aplicación en experiencias que revirtieron exitosamente situaciones de pobreza, disgregación social y deterioro ambiental y se tomó contacto con otras ONG que solas, en redes, o conectadas a programas de gobierno, trabajan con la comunidad recogiendo y aportando pautas de autoabastecimiento y de vida productiva y solidaria en un mayor contacto con la naturaleza.
Así se constató que era posible la salida propuesta por las mismas mujeres. La mejor calidad de vida en los pueblos pequeños o en las zonas semi rurales, era más posible de lograr que en los deteriorados “bolsones de pobreza” de las grandes ciudades. O al menos una opción más abordable.


A partir de esta idea, las responsables del área eligen y proponen a la institución una nueva actitud comprometida «Promover y desarrollar formas de vivir más justas y solidarias» optando por una tecnología sustentable, en profunda armonía con la naturaleza, en algunos de los pueblos periféricos de la ciudad que si bien ya están amenazados por la contaminación y la degradación de sus recursos aún conservan riquezas naturales y el fácil acceso.

Era un gran desafío, significaba un profundo cambio en la cultura de la institución; dedicación exclusiva, traslado, compromisos económicos. La Institución accede a respaldarlas en este riesgo, sin disponer de otro recurso que el que ellas lograran con dicho respaldo jurídico institucional.
Se alquiló un amplio predio de 100 hectáreas, con algunas construcciones recuperadas con un proyecto apoyado por la provincia con la condición de generar fuentes de trabajo.

Se trabajó allí durante siete años investigando y realizando proyectos de construcción y capacitación en desarrollo sustentable y sosteniendo el emprendimiento centralmente con el ecoturismo. Se desarrolló un proyecto vivencial titulado ECOVIVENCIAS EDUCATIVAS, dentro de un movimiento de 10000 personas anuales en este proceso. Hasta que nos preguntamos, es muy fácil capacitar para vivir de modo sustentable, pero ¿quién lo lleva a cabo? ¿quién vive de ese modo? Así bajo el impulso de las investigaciones sobre ecovillas, ecobarrios, ecoaldeas, fuimos invitados a Alemania, donde conocimos la red de pueblos rurales sustentable y nos decidimos a hacerlo.

Luego de recorrer y relevar zonas rurales y semi rurales próximas a la ciudad, auscultando necesidades y posibilidades se esbozó un programa para poder abordar la problemática del desarrollo regional, desde una concepción ecológica de conservación y uso sostenible de recursos con plena participación de los actores locales, tratando de lograr calidad de vida en la región y de esa manera evitar la migración hacia las ciudades y recuperar antiguos migrantes. Dentro de ese marco, se trató de concretar con los dueños de las tierras convenios para realizar un Ecobarrio, finalmente se logra realizarlo con el Sr Hugo Perez Leiros, propietario de loteos en la zona, así nos trasladamos a Villa Sol Salsipuedes, muy cerca de donde estábamos y se inició el proyecto del Ecobarrio Villa Sol. Para realizar este acuerdo había que comprar al menos ½ Hectárea, ese compromiso lo asumió Marta Sosa, con la venta de su casa en Córdoba y la idea de hacer la primera casa ecológica en el Ecobarrio.


Hoy más que nunca, cuando el tema ya se está posicionando socialmente, promover proyectos de hábitat sustentable y comenzar a concretarlos es una contribución práctica para lograr formas de vida más justas y solidarias, con paz e igualdad de oportunidades, para toda la sociedad.


El proyecto del Ecobarrio Villa Sol no fue financiado por organismos externos, se realizó con el esfuerzo de sus promotoras y la confianza, el esfuerzo y la participación económica de los vecinos. El haberlo logrado marca un comienzo auspicioso, se puede hacer y es bueno. La tarea social de instalarlo como una oportunidad y un derecho de TODOS, recién comienza.

CON QUIÉNES SE FUE ELABORANDO EL PROYECTO

Con un grupo de profesionales y técnicos con quienes aún compartimos proyectos e ideales, incluso participaron cátedras y profesores de la Universidad Nacional de Córdoba con quienes hicimos los primeros estudios.

 

Se concretó el proyecto de la primera casa ecológica encargado por Marta Sosa, esta casa se publicó en la página de arquitectura de la Voz del Interior, en portada y dos páginas interiores completas; fue declarada de interés municipal y sentó las bases de futuras aprobaciones y de la inclusión de Ecobarrio en el código municipal de Salsipuedes.

 

Los primeros arquitectos fueron la Arquitecta Isabel Donato y el Arquitecto Pablo Capitanelli con colaboración del Arquitecto Rosendo Dantas Tagliani en estructuras, principalmente la del TECHO CÁSCARA. Posteriormente quedó la Arquitecta Isabel Donato como coordinadora con colaboración de otros profesionales y técnicos.

QUIÉNES CONSTITUÍAN LA FUNDACIÓN

La Fundación éramos nosotros mismos, sin ninguna estructura sobre nuestras cabezas, sin capital, pero con muchas ideas y experiencias previas, muchos sueños y muchas ganas. Todos los que participaron o fueron testigos de este proceso saben de los sacrificios y problemas de esas primeras etapas, hasta conseguir los terrenos y tener una validación mínima con la cual salir a la luz tomando compromisos externos.

SE INTEGRAN LOS VECINOS

Cuando ya teníamos mínimas garantías de que esto iba a ser posible, aunque sea parcialmente, se convocó y se fue integrando el conjunto de vecinos que está conformando el Ecobarrio, compartiendo las mismas ideas y sueños, invirtiendo en sus terrenos el espacio comunitario y el desarrollo de los servicios. También se fue realizando la integración social mediante reuniones mensuales de vecinos.

 

Actualmente ya los vecinos han conformado un grupo autónomo que está creando su propia identidad no solo como barrio sino como gestor y promotor de estas nuevas realidades que estamos iniciando. También se está resolviendo la personería jurídica que les permitirá asumir todas las responsabilidades inherentes a la propiedad y administración de bienes y servicios comunitarios.

OTROS COLABORADORES Y ACOMPAÑANTES

Los obreros y técnicos que trabajan en el ecobarrio han aprendido y nos han enseñado, materializando nuestros proyectos. Amigos y profesionales que nos acompañan dentro y fuera del Ecobarrio y en los cursos abiertos de Construcción Natural están haciendo real esta nueva forma de construir. Y como siempre algunos pusieron cuerpo y alma en consolidar y abrir los caminos, así esto crece para adentro y para afuera.
También tenemos que tener en cuenta a los profesores extraordinarios que nos han ayudado transmitiéndonos su conocimiento y a la red de conexiones con otras propuestas que nos permiten un intercambio creativo.

 

El ecobarrio se originó abierto a la sociedad local que participó de sucesivas experiencias de información, formación y capacitación. Participar y vincularnos se consideró fundamental.

VALIDACIONES EXTERNAS

Cuando el INTI – Istituto Nacional de Tecnología Industrial – nos convocó para hablar de Hábitat sustentable, dijimos que teníamos que estar y de estos talleres surgió la necesidad de validar la Construcción Natural en todo el país.

 

Ya hay validaciones fundacionales para el Ecobarrio Villa Sol como las ordenanzas de interés Municipal y el Código Municipal de Salsipuedes. También hay validaciones parciales realizadas por algunas cátedras de la Universidad Nacional de Córdoba, Consejo Profesional de Arquitectura de la Provincia de Córdoba, el Banco de Córdoba; y que externamente se hicieron extensivas a obras de nuestros profesionales y otros que siguieron este camino de la construcción natural. El Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Educación de Córdoba ha aprobado al menos un proyecto puntual, el de la escuela Alfredo Bravo de Rio Ceballos realizado en Construcción Natural.

 

Se ha construido una vasta red informal en todo el país que está concretando y realizando proyectos ejemplares y el tema ya se instaló en la Cámara de Diputados de la Nación para obtener no solo validaciones sino también la Declaración de Interés Legislativo.

 

Una Institución que lo impulsó, personas que se jugaron por sus ideas, profesionales que se comprometieron y asumieron su responsabilidad tanto individualmente como desde el ámbito académico, obreros y técnicos, vecinos que asumieron el desafío y una sociedad que empieza a asombrarse y termina comprendiendo el cambio que se propone a través de sus Instituciones.

ESTA ES LA SINERGIA QUE HIZO POSIBLE ESTA REALIDAD